jueves, 25 de noviembre de 2010

Pudores /Prejuicios

Una vez consideradas las teorías sobre la construcción social del género, volvemos a un contexto de asignación del sexo en los calificativos de hombre y mujer.

Un “comportamiento propio femenino”, no podría estar exento del factor educacional que la mirada hacia el cuerpo ha experimentado a lo largo de una cultura y que se ha ido forjando, variando y readaptando a las nuevas formas de pensamiento.

La fuerte presencia de la religión, entre otros, en el desarrollo del pensamiento occidental podría haber supuesto una puerta cerrada a la aceptación de la mujer como igual al hombre. Se diría que produce un rechazo que la mujer a sí misma lo acepta, y lo exterioriza a través del pudor y de prejuicios. Normas sociales que traen consigo un comportamiento definido por la buena educación y el saber estar.

En el desarrollo del proyecto, a través de la experiencia corporal de diferentes mujeres y su manera de cuestionarse ellas mismas, se plantean interrogantes en la reflexión hacia la experiencia corporal y la manera en que se han desarrollado hasta nuestros días. Cuáles son los antecedentes históricos que han propiciado estos sentimientos atribuidos no sólo a diferenciar al individuo del animal, sino finalmente, al hombre de la mujer.

Se destaca el aspecto del Pudor que ya venía siendo una cuestión abordada en prácticas anteriores (fig.19).

¿Es el Pudor un aspecto devenido y asumido a causa de una opresión social? ¿Por qué el miedo al cuerpo desnudo? ¿Qué factores sociales son los causantes de este miedo, y a qué ha derivado actualmente? ¿Por qué existe una exigencia “pudorosa”, y en definitiva se le asume al comportamiento de la mujer?

El pudor, sentimiento tenido muy presente en la educación moral y religiosa, lo define la RAE[1] como:

Honestidad, modestia, recato

Esta definición no hace alusión alguna a cuestiones de género, pero como se ha visto anteriormente, podrían ser adjetivos atribuidos al correcto comportamiento femenino, e ideal de mujer.

En la búsqueda de otras descripciones de pudor, en ámbitos más o menos influyentes, y para justificar la alusión que se hace a la religión en la introducción de este punto, se realizó una indagación alrededor del entorno cristiano, en el cuál se halló una web religiosa[2], que nos proporciona su punto de vista sobre el tema en cuestión y que servirá como base para el posterior desarrollo de este tema:

El pudor se expresa en: la casa, el vestido y el lenguaje.

1-La casa es un lugar íntimo. Hay tiempos para compartir con otros, pero también hay tiempos para que la familia este reunida a solas para compartir desde el corazón con la confianza que no es propia tener con todo el mundo.

2-El vestido. Se cubren las partes más íntimas, que no se comparten con cualquiera. Quien ama respeta y busca que se respete la intimidad. De ahí el celo que muestra el marido o el novio por la decencia en el vestir de su esposa o de su novia. -Pudor no es miedo al cuerpo desnudo, sino respeto a su gran dignidad. Da libertad para no ser dominado por la lujuria y protege también al prójimo. -Protegerse de la mirada intrusa. Salvaguarda el sexo del uso posesivo de los demás. No permite ser reducido a un objeto. Palpar algo es, en cierta medida, un acto de posesión. Ver es como tocar a distancia. Ofrecer a la mirada ajena las partes íntimas del cuerpo supone dejarse poseer en lo que tiene uno de más íntimo. Toda exhibición sugiere un acto de entrega. Hacerlo en público se asemeja a la prostitución.

3-El lenguaje. El pudor no permite expresarse para hacer «de dominio público» sus estados afectivos ni sus debilidades ante la tentación. Evita aquellos aspectos de vulgaridad, chabacanería y desorden que acompañan a ciertas expresiones sexuales.

Se observa cómo el concepto de pudor deriva directamente al comportamiento femenino y a su actitud. En el artículo se exponen normas morales y se relacionan, a través del cuerpo y su desnudez, con el sexo y éste directamente con la prostitución. Se habla de cuerpo, y es enlazado con aspectos socialmente no aceptados y rechazados. Es impuro una indumentaria, una pose que traen consigo miradas lujuriosas que invaden la decencia y el saber estar femenino.

El citado artículo podría ejemplificar este pensamiento existente que deviene de un desarrollo cultural basado en el miedo al cuerpo desnudo, su impureza; y que sigue teniendo influencia en las formas de pensamiento actual.

Es obvio que estamos hablando de pudor desde una mirada Occidental. La filósofa Roxana Kreimer nos propone lo siguiente en su artículo Sobre el Pudor[3] que publica en su propio blog:

Si hicieramos la experiencia de reunir a cuatro mujeres desnudas en una habitación –una árabe, una china, una occidental y una yanomami- y dejaramos entrar sorpresivamente a un hombre, la mujer árabe cubriría su rostro, la china acaso se taparía los pies, la occidental inclinaría los brazos para cubrirse los senos y el pubis y la yanomami seguiría haciendo sus cosas como si nada. El experimento no solo mostraría que el pudor no es un valor universal, sino que las comunidades que cultivan algún tipo de recato no siempre ocultan las mismas partes ante los ojos de la mayoría de sus habitantes.

Sí, también esto podría ser aplicable al comportamiento masculino, pero en su mayoría, al hablar de pudor los sectores que hacen alusión a él (y los cuales ya no sólo nos referimos al religioso) dirigen su mirada finalmente al comportamiento femenino, a su cuerpo y al uso del mismo.

En una sociedad en la que el Pudor parece ser un aspecto que se manifiesta cada vez menos, estos sectores insisten en reivindicar el hecho de que se deber tener una actitud pudorosa en el desarrollo del individuo. Oto ejemplo sería el de Wendy Shalit en A Return To Modesty, (1999)[4] donde promulga una vuelta a la actitud pudorosa en los comportamientos y las relaciones entre hombre y mujer.


[1] Real Academia de la lengua Española.

[2] VV.AA. El Pudor. http://www.corazones.org/diccionario/pudor.htm (En línea) Consultado: 02/08/2010

[3] Kreimer es a autora de esta página web dónde da a conocer sus ensayos filosóficos acerca del pudor y otras cuestiones. Da así la posibilidad de interactuar con el público.

KREIMER, Roxana. Sobre el Pudor. (En línea) http://www.filosofiaparalavida.com.ar/. Consultado: 02/08/2010

[4] Shalit, Wendy. A Return to Modesty. Discovering the Lost Virtud, The Free Press, Nueva York (1999)

No hay comentarios: