martes, 26 de octubre de 2010

Aceptaciones/negaciones corporales. Transformaciones físicas.

Para introducir este tema donde se pretende reflexionar sobre la relación entre cuerpo y sujeto, y la influencia que la materia corporal puede tener o no en el desarrollo de identidades en el individuo, se ha considerado introducir con un artículo publicado en una web sanitaria :

“Aceptación de la nueva imagen corporal tras mamoplastia de aumento”

Este artículo trata sobre cómo aceptarse tras una realización de implante de pecho. Se dan consejos para la nueva identidad corporal adquirida, e insiste en que el individuo necesita adaptarse a su nueva imagen, su nuevo peso:

La mujer debe tocar sus senos para aceptarlos de nuevo como propios

A pesar de ansiar un nuevo aspecto físico hay un periodo de adaptación, ya que la mujer no reconoce su imagen ante el espejo, no es la misma masa, no es el tacto, ni el volumen anterior. El individuo no concibe a priori su nueva identidad corporal. Paradoja de ansiar un nuevo cuerpo, una nueva anatomía, porque el actual produce infelicidad y falta de seguridad, y una vez que la cirugía produce estos cambios, no es aceptado como propio. Tiene que producirse un “periodo de adaptación” al propio cuerpo, como si anteriormente no hubiese habido nada, y un autorreconocimiento. El espacio y la masa entre los diferentes miembros ahora son distintos.

Además de los cambios en el aspecto de los senos que observa la mujer cuando se mira en el espejo, existen cambios en la percepción corporal. “La mujer recién operada suele sentirse extraña con su nueva anatomía, sobre todo si previamente tenía un pecho muy pequeño. Resulta extraño mirarse al espejo, “chocarse” con los senos al mover los brazos, tumbarse sobre ellos, o sentir como se mueven cuando se pasa por un bache yendo en coche. Todas estas sensaciones se normalizan en poco tiempo”, según el artículo.

Pero en los casos en los que esta aceptación no se produce, el individuo reacciona rechazando esta nueva identidad corporal, y en consecuencia, a sí mismo.

Éste podría ser un ejemplo de cómo el cuerpo, la materia, es influyente en la identidad de cada uno. Es un vínculo de exterior a interior, de lo que se ve y no, del cuerpo y el alma. El individuo evoluciona socialmente y el cuerpo define caracteres, personalidad, en las formas de interacción con el otro, lo que produce que una insatisfacción corporal sea detonante de estados depresivos, al igual que una satisfacción corporal cree seguridades y éxito.

En el caso de la cirugía plástica se producen cambios corporales radicales y no hay una evolución temporal natural en esa transformación, sino que es necesaria una nueva aceptación de sí mismo, y en algunos casos ésta es negativa.

Cualquier otro cambio radical en el cuerpo, ya sea derivado por heridas, cicatrices, enfermedad… e incluso embarazos, que produzcan una alteración en la masa corporal, en la piel, la fisonomía, son también objeto de estas aceptaciones o negaciones del individuo hacia su propio cuerpo.



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